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Al escucharle hablar, casi se pudiera pensar que ha resultado una tarea fácil pero lo cierto es que atesorar en los bajos de su propia casa más de 150 vehículos de época durante más de 35 años requiere cuanto menos de un gran esfuerzo en lo económico y personal, pero Pepe Moreno se siente orgulloso de estar a un paso de conseguir alcanzar su sueño, abrir su propio museo.

 

Este granadino natural de Murtas y afincado desde hace décadas en El Ejido, abriendo de nuevo las puertas de la nave en la que guarda como auténticos tesoros, estos automóviles y motocicletas antiguos adquiridos a lo largo de toda una vida, los cuales cuida, pone a punto y les devuelve su verdadera belleza, de igual modo que el artista crea una obra maestra. «No puedo elegir solo uno, todos son especiales, a todos les tengo cariño», confiesa quien tuviera además durante 27 años un conocido taller de chapa y pintura en el municipio ejidense.

 

 

«Mi interés nació cuando trabajaba en Suiza en el año 1969, fue en ese momento cuando empecé a fijarme en los Chevrolet de los patrones, ahí empecé a darme cuenta de mi pasión», recuerda Moreno. Sin embargo, no fue hasta los años 80 cuando adquirió su primer automóvil, «un Adler Trumpf Junior de 1932 que encontré totalmente destrozado y que tardé casi cinco años en poder restaurar», concreta. Aunque el más antiguo «es un Renault de 1902», se apresura a añadir. También un deportivo Buick descapotable de 1920 que asegura «alcanza los 120 kilómetros por hora», o un Cadillac más moderno de los 70 y un Ford Capri destacan en este casi museo que a partir de 2014 lo será de hecho.

 

«Llevo muchos años queriendo sacar adelante este proyecto, hasta ahora lo que sí ofrezco es alquiler de vehículos para bodas y ocasiones especiales y además organizo algunas visitas, pero tenía ganas de poder compartir mi colección con todos los vecinos y turistas de una forma más organizada convirtiéndolo en un museo», aclara. Por eso, agradece el interés que le ha mostrado el Ayuntamiento ya que como explica, «se han ofrecido a colaborar, y periódicamente hay un técnico municipal que me ayuda a catalogar los vehículos», señala, de modo que se puedan recoger de forma individual las características, año de fabricación, así como información y curiosidades sobre cada uno de los automóviles y motocicletas que conformarán este museo.

«La verdad es que muchos ejidenses saben que aquí tengo coches antiguos pero me gustaría que igual que vienen visitantes de otros puntos de la provincia como Roquetas de Mar, e incluso turistas extranjeros, que mis propios vecinos pudieran disfrutar de esta colección de vehículos de época». Él además lo tiene claro, su intención no es poner al público una entrada excesiva sino «fijar un precio razonable para que pueda resultar asequible».

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